12/4/14

¡¡Fuera Pañales!!

El control de esfínteres es un proceso biológico que se encuentra determinado por la maduración neurológica del niño. Esto es, que el niño deja los pañales cuando su sistema ha madurado y no por aprendizaje.
Aprender es adquirir una habilidad o destreza como tocar el piano o nadar, nuestro cuerpo no madura para poder tocar el piano eso se aprende, pero nuestro cuerpo tarde que temprano caminará, se comunicará por medio de las palabras y aprenderá a controlar esfínteres. En pocas palabras cualquier estimulo está de mas, pues el niño aprende a hacer del baño en el retrete cuando él esté listo, sin importar si hacemos o no hacemos algo para alentarlo.

Lo importante aquí es observar al niño, conocerlo y estar atento a sus ritmos y señales para darnos cuenta cuándo está listo. Por lo general la mayoría de la niños están listo cerca de los 3 o 4 años. Algunos lo harán antes, otros después y esto no es ningún indicativo de inteligencia y tampoco significa que seamos mejores o peores madres.

¿Que pasa si el niño empieza el proceso, pero de pronto vuelve a hacerse encima? Ofrecemos pañal otra ves. Esto no quiere decir que hay una regresión (ya que no se puede regresionar a un lugar del que nunca se ha salido) o que estamos dando un mensaje de inseguridad al niño, al contrario, estamos acompañando y conteniendo emocionalmente. Cuando el niño vuelve a hacerse encima, muchos padres pierden la paciencia, se frustran y gritan o castigan a sus hijos. Esto solo empeora el proceso. Ellos deben sentirse acompañados y entendidos por sus padres, no humillados y avergonzados por algo que aún no controlan.  Tampoco se debe obligar, si el niño rechaza ir al baño, pueden comenzar las luchas de poder y en un intento del niño de querer recuperar el control de su cuerpo, puede aguantarse mucho las ganas de evacuar lo que puede provocar otros problemas físicos. 
"Hasta los 5 años, no se considera como enuresis hacerse pipí o encopresis hacerse caca. Por lo tanto, no hay problema si un niño usa pañales hasta esa edad. Puede gritar si quiere, pero esto no lo digo yo, lo dice la Academia Americana de Psiquiatría." 
Estamos acostumbrados a vivir violencias silenciosas, de las que los niños no pueden defenderse porque aplicamos la intimidación, pero pensemos claro: No podemos "enseñar" a un niño a que controle algo que su cuerpo aún no está lo suficientemente maduro para controlar. ¿No parece esto un acto de violencia? ¿Un abuso? ¿Aceptariamos que alguien aplicara un método de este tipo con nosotros?

Estamos aceptando y respetando las necesidades sociales, culturales y de mercadotecnia, pero menos las de nuestros hijos. Pasamos por encima de ellos como si no importara, como si no repercutiera en su desarrollo emocional y psicológico, lo vemos tan normal, "que controle sus deseos, que oprima sus necesidades y a mi que no me moleste mucho". Claro el niño no tiene otro camino, obedece mientras se le ha infundido el miedo, el rencor y las inseguridades. Crece, se convierte en adulto desdichado, con vacíos y falto de autoestima, y luego no entendemos cómo es que tenemos tantas deficiencias emocionales, tantas iras guardadas.
La violencia no siempre es física o verbal, a veces está con nosotros en la vida diaria, pasa desapercibida. Dejemos de preocuparnos tanto por algo que nuestro hijo hará tarde o temprano. Ningún niño anda con pañales a los 10. Dejemos de presionar, los niños necesitan de su ritmo, su espacio y su tiempo para madurar. 
"Algo comenzará a cambiar cuando dejemos de decir "le saqué la teta, le saqué el pañal,
lo saqué de nuestra habitación", y podamos tener la paciencia suficiente como para
esperar a que sean ellos quienes nos indiquen el camino a seguir."


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